20 oct 2012

Humor y salud.



 Participá en Sincronicidad Consciente a través de Facebook, ingresá a https://www.facebook.com/SincronicidadConsciente

humor salud psicologia optimismo


Hace algunos años, afirmar que existía una vinculación directa entre el humor y la buena salud era casi una herejía para la ciencia. Hoy, la medicina en general y la psiquiatría, en particular, estudian mucho la importancia del buen humor, de los buenos sentimientos y de los pensamientos positivos en la calidad de vida y salud global de la persona. Sobre todo en la prevención de dolencias graves, entre las cuales el cáncer y las cardiovasculares.

Afortunadamente, salvo excepciones, ya no existe duda alguna acerca de la relación estrecha entre el estrés, sea físico o emocional, y la salud, en la que se incluye el sistema inmunológico, y el desarrollo de algunos tipos de cáncer.


La psiconeuroinmunología es una especialidad de la medicina que estudia la manera por la cual las emociones influyen en el sistema inmunológico de las personas. Es el estudio de los mecanismos de interacción y comunicación entre la mente y los 3 sistemas responsables por mantener equilibrado el organismo: nervioso, inmunológico y hormonal.

Según se ha descubierto, los acontecimientos estresantes procesados a través del sistema de creencias y valores de cada individuo, pueden originar sentimientos y pensamientos negativos, tales como: cólera, rabia, depresión, desesperanza y desánimo. Las personas con ese perfil pueden ser consideradas poseedoras de índice emocional negativo.

En los propensos a cardiopatías tenemos: un complejo acción / emoción caracterizado por una lucha continua, crónica e incesante en la tentativa de alcanzar metas en menos tiempo, abrigando una hostilidad disimulada y constante. Alto grado de enfadamiento, irritación, rencor e impaciencia, con sentimientos que pueden ser considerados índice emocional negativo.

En el grupo de propensos al cáncer, tenemos: personalidad con rasgos de negación de las experiencias más traumáticas, supresión de las emociones y tendencia a la rabia, momentos de amabilidad excesiva, pero a veces contrariada, no reconocimiento de los conflictos, aspiración social exagerada, comportamiento forzadamente harmonioso, paciencia desmedida pero disimulada, racionalidad contundente y un rígido control de la expresión emocional. Esas personas suelen demostrar un verdadero pseudo buen humor. Así, el uso excesivo de la negación y de la represión (mecanismos de defensa), bien como el disimulo de los sentimientos, son importantes factores ligados al desarrollo tumoral.

No obstante, cuando se habla de risas y carcajadas, no estamos hablando de la persona que cuenta anécdotas y se ríe por nada, que normalmente se trata de un condicionamiento social. El buen humor, en verdad, concierne a reírse de las cosas de lo cotidiano. De las incongruencias del día-a-día, de la comedia de la vida diaria, de las riñas, de los pequeños problemas de la rutina diaria e, incluso, de los tiempos difíciles que pasamos.

Hacer chiste de todo (obsérvese el buen sentido), es mucho más eficiente que presenciar un espectáculo de humorismo sofisticado, en que hemos disputado a gritos una plaza para aparcar. Se trata de llevar una vida de forma más leve, sin grandes apegos o valores desmedidos. Aún ante un trabajo más serio, siempre crear situaciones y soluciones que contengan con frecuencia un prisma de alegría, un disfrutar con todo lo que hacemos.

Y cada vez más la risa viene siendo objeto de estudios, por tratarse de la expresión más explícita del buen humor y del positivismo. Según investigaciones, la risa tiene importante papel en la reducción de las hormonas implicadas en la fisiología del estrés, mejorando la inmunidad y reduciendo la presión de la sangre.

Las personas que saben divertirse y reírse son generalmente más saludables y más capaces de salir de situaciones de estrés con más facilidad. La reducción de la liberación de los cortisoles y de la adrenalina (hormonas del estrés y del envejecimiento precoz) es totalmente deseable, ya que como se sabe, su exceso desencadena el desarrollo de infecciones y dolencias.


Conceição Trucom
maimonides.edu

No hay comentarios:

Publicar un comentario